Cita


"No podem canviar les cartes que ens han repartit, però encara hem de jugar la partida."

Randy Paush



dilluns, 5 de gener del 2009

Cuando aplaudir


Chim-Pon. Fin de la obra… ¿seguro que ha terminado la obra? , ¿aplaudo ya o me espero a que empiece el de al lado?; a ver si me espero y el director piensa que no lo ha hecho bien… ¿pero… ahora vuelve a tocar? ¿pero cómo?! ¿Cuándo termina? ¿aplaudo o no?... Plas plas… ains… metí la pata, todos me miran, me sonrojo… tierra trágame!


Puede que te haya pasado alguna vez, no sabes cuando hay que aplaudir, y es normal, suele pasar, un fallo lo tiene cualquiera! O no, tal vez no te ha pasado nunca… pero seguramente es porque te esperas. En el mayor número de los casos la mejor opción es esperar y no tener prisa por aplaudir, disfrutar de esos 5 segundos de silencio que nos permiten asimilar una melodía, son unos segundos maravillosos.

Sin embargo, no es un asunto tan complicado, existen una serie de normas básicas de comportamiento en un concierto (de música clásica), unas reglas de urbanidad que no todo el mundo cumple, bien porque se desconocen o por descortesía.
En primer lugar, es importante no llegar tarde a un concierto, sobre todo porque no se deja entrar cuando éste ya ha empezado. Normalmente se suele esperar a una pausa o intermedio para poder entrar.

El silencio, por supuesto, es indispensable. No hace falta explicar por qué (por favor, no intentes tararear la melodía, aunque creas que te la sabes seguramente el cantante que está actuando en ese momento la sabe mejor que tu, y además, ya sabemos que la sabes, yo también la sé, la persona que está a tu lado la sabe también y no la canta, ¿por qué? Porque quiere escucharla, y si cantas o tarareas, ni escuchas ni dejas escuchar).
La carraspera, el estornudo y la tos deben ser evitados en la medida de lo posible, puesto que distraen nuestra atención y la de los demás, que intentan escuchar. Evítese la clásica búsqueda del caramelo por el bolso, el bolsito, el bolsillo del pantalón o el bolsillo de la chaqueta que tenemos apoyada en la butaca de en frente; o peor aún, el ruido que provoca el complicado proceso de desenvolver un caramelo que, parece que los fabrican especialmente “sonoros para conciertos”. Lo mejor es que, si estamos enfermos, nos quedemos en casa tomando un café calentito y a la cama.
Hay que apagar el móvil, claro. El vibrador molesta también, y nada de enviar sms en mitad del concierto, puede que eso desvíe la atención de tu vecino y que te cotillee lo que escribes .

En cuanto se apagan las luces de la sala, o se rebajan, debemos ir terminando esa conversación tan interesante y guardar el silencio de cortesía.
Bien, en este momento es cuando debemos empezar a pensar en el aplauso. En teoría no hay que aplaudir cuando empiezan a salir los músicos de la orquesta sino en el momento en que aparece en escena el concertino (es el violinista que sale el último, cuando ya todos están en su puesto y que comprueba la correcta afinación de la orquesta. También lo podemos reconocer porque es el que más cerca se sienta del público, en la primera fila de los violines primeros).
*En una Zarzuela no se aplaude cuando sale la orquesta porque no se ve, ya que se coloca en el foso.
El siguiente aplauso tiene que producirse cuando el director se dirige al podio, es otra muestra de cortesía y de saludo a éste. Cuando hay solistas, vocales o instrumentales, salen al mismo tiempo que el director, así que no hay duda.

Otra norma básica es que hay que aplaudir al final de cada obra, nunca cuando concluye alguna de sus partes. He aquí el dilema y la confusión que podemos tener si no conocemos el repertorio del concierto. En el programa de mano, si está bien hecho, se indican los movimientos de cada obra. Pero si no es así, los músicos suelen darnos “pistas” sobre cuando aplaudir: normalmente en ese momento el intérprete relaja sus brazos y los deja caer a lo largo del cuerpo.
En una ópera, por ejemplo, se aplaude al final de la obertura (lo primero que tocan, sin cantar) y después de cada acto (esto es, cuando baja el telón), aunque hay posturas diferenciadas. Unos opinan que hay que aplaudir en cuanto termina un aria como símbolo de reconocimiento. Otros, entre los cuales me incluyo, creemos que esto interrumpe la acción dramática y el desarrollo argumental de la obra y preferimos esperar a que termine el acto o al final, cuando tendremos tiempo de sobra para alimentar el ego de los cantantes.
*En los conciertos que se celebran en las iglesias no debe aplaudirse, por respeto al lugar.
Al final de la obra, se puede aplaudir todo el tiempo que se quiera, sobre todo si se intenta conseguir una propina. Solamente se permite gritar, discretamente, un “bravo” o “brava” si la cantante o intérprete es femenina.

Finalmente, si sabemos lo que vamos a escuchar, podemos deducir aproximadamente las partes que debe tener cada obra.

Obras de un solo movimiento: Nocturno, vals, lied, mazurca, polca, polonesa, vals, minué, etc…
Obras con 3 o 4 movimientos: Sonata, Sinfonía (las de Beethoven tienen todas 4 movimientos, menos la sexta que tiene 5. La nº34 en Do M K338 de Mozart tiene 3, las demás 4 también); Suite (las piezas básicas son preludio-allemande-courante-zarabanda-giga, y luego suele tener alguna más que puede variar), Concierto (para un instrumento y orquesta, o concierto Grosso para un grupo de instrumentos y orquesta), opera (obertura y los diferentes actos).
Más de 5 movimientos: Serenata, que puede tener hasta 10 movimientos (las del s.XVIII)
Y eso es todo, que disfruteis del concierto!

9 comentaris:

Bertha ha dit...

No se si el anterior comentario se a editado aqui o no, si es a si perdona?

Mi unico concierto fue hace siglos, EVITA con Paloma San Basilio, y hace dos años, vi el TRISICLE, en el primero no recuerdo si paso o no, pero en el segundo, todo el mundo hablava se reian, vamos de todo, claro que en este era basicamente de humor, pero deberia da en la entrada o cuando ccompras la entrada, unas sencillas normas, creo yo.
Aunque me gusto bastante el que los actores nos depidieran al salir, dandonos la mano.

Ada ha dit...

Si, bueno, yo me refería a los conciertos de música clásica. En los de música ligera no hace falta guardar silencio, es más, se suele pedir que el público cante y tararee las canciones...
Deberían bajar los precios del teatro, opera y de todos los conciertos en general, para que pudiéramos ir más a menudo!

Un saludo, Bertha!

Smart Customer ha dit...

ADA TE HAS COPIADO DE TU BROTHER!!!!

Geno ha dit...

Interesante a la par que instructivo, cosas obvias que no está de más tener en cuenta y conviene recordar, jejejeje

Ada ha dit...

jejeje... ahhhh él me dió la idea y yo he sido más rápida que mi brother! jajaj!!!

Si, son cosas obvias, pero que no todo el mundo cumple... Gracias CGR!

Irianesh ha dit...

Ada, pues si no es un copia i pega, pareix un artícul extret de la frikipedia... xD
La próxima entrada: instrucciones de cómo organizar una boda sin dar la joda a la novia ;P jajajaj

Ada ha dit...

jejeje... per què no la fas tu?? jajaj!!! és friki, ja ho sé, me'l havia recomanat Pau, jejeje... (i tu t'ho creus???) juajuajau!

Milhaud ha dit...

Yo dado que mis problemas para reconocer cuando aplaudir los conozco desde hace años, termino fiándome de la gente con la que voy que no se equivoca (o más bien no acostumbra a hacerlo). Es otro modo de hacerlo ;)

Anònim ha dit...

Ola, what's up amigos? :)
In first steps it's very nice if somebody supports you, so hope to meet friendly and helpful people here. Let me know if I can help you.
Thanks and good luck everyone! ;)